En memoria a "La paranoia Vera"

miércoles, 11 de mayo de 2011

Mi amigo el noctívago


















La vida es una trama y en esa palabra se encuentra su secreto. En esa trama nos cruzamos con muchas personas y yo, un día, en una de esas locas noches de recitales, hace ya años, tuve la suerte de cruzarme con Juanma. No podría recordar cada detalle, pero mi mente sí retiene esa sensación de dos poetas o, en definitva, dos personas que comparten su interior, que se agradaban mutuamente, se felicitaban, eran cómplices en ese halo noctívago de versos y sensaciones. Ahora he comprendido que todo aquello fue la siembra de lo que ahora recogemos.
Muchas gracias por ese maravilloso libro, por tu cariño, por tu amistad y por tu persona. Porque tu éxito ( y el de las polacas mayores) radica en tu persona. Esa persona que ha escrito esos poemas, los cuales te han hecho ser el libro más vendido de esta edición de la Feria del libro de Córdoba y con un mayor éxito de púlico en presentación y firma (y con una cena maravillosa de veintiún personajes).
Gracias por todo eso, por tu dedicatoria y por unas palabras que me dijiste durante la noche (y que nos hacen tener una conversación pendiente, je): "las personas que te conocemos, tus amigos, sabemos que..." (y hasta ahí quiero leer. Espero devolverte pronto esa dedicatoria con un libro de mi autoria).
Os dejo con el poema que mi amigo, el noctívago, Juanma Prieto, me metió en el bolsillo a modo de dedicatoria.

NEVICA 

Cuando la nieve resista
en los alféizares
y un aire helado
congele las manos
fascinadas con el blanco
infinito,

y al poco los bolsillos
rebosen con urgencia
hasta desangrarse
o los pies se aquieten
como anestesiados,

llegará el instante
en que amaine la tormenta:

olvidarás el temporal,
se secará la ropa.

Habrá llovido suficiente
para engañar a los pantanos.

(Juanma Prieto. De su libro "Noctívagos". La Bella Varsovia 2011)










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